Desde las bodegas centenarias aún podemos asomarnos al pasado. En las nuevas instalaciones estamos construyendo el futuro…
El edificio que alberga la nueva bodega está ubicado en las inmediaciones de Petra y está rodeado de sus viñedos. En su construcción ha primado la funcionalidad y ha sido diseñado con espacios amplios y con la última tecnología. La prioridad a la hora de diseñarlo era optimizar y controlar cada paso del proceso de la elaboración del vino: la proximidad del viñedo, la recepción de la uva, la vinificación, la crianza en barricas, el embotellado, la crianza en botellas, el etiquetado y el almacenaje. Y estamos contentos de haberlo conseguido.
La bodega antigua, de gran belleza y valor arquitectónico, está situada dentro del pueblo. Sus muros han visto pasar la historia desde un entorno privilegiado y han escrito la historia de Miquel Oliver durante cien años. Hoy en día ya no producimos vino en ella, pero se ha convertido en un espacio abierto. Bajo sus bóvedas y entre sus muros, hoy celebramos eventos en petit comité. Visitas, catas y degustaciones que nos permiten aislarnos del mundo y disfrutar de un ambiente acogedor y especial.