Castell Miquel fue creada inicialmente para la viticultura en la década de los 90 por el profesor experto en plantas Michael Popp. Ubicada en Alaró, es la única bodega de Mallorca que se encuentra en una ladera rodeada de verdes montañas. Castell Miquel es un lugar donde el aprecio y la atención juegan un papel fundamental. La temprana poda y las buenas condiciones geológicas permiten que se produzcan vinos de una calidad excelente.
Castell Miquel fue una vez creado para la viticultura: según la leyenda, un ángel se le apareció a un agricultor mallorquín y le aconsejó plantar una vid aquí, y las vides se convirtieron rápidamente en las mejores de la isla.
Pero la competencia siguió creciendo: pronto Castell Miquel fue una de las muchas bodegas de la isla. Cuando una grave plaga de filoxera asoló Mallorca, los fértiles viñedos de Castell Miquel cayeron en el olvido.
Hasta que el destino unió al Prof. Michael Popp, un apasionado investigador de plantas y CEO de Bionorica SE, y el entonces descuidado pero aún fértil Castell Miquel en medio de la reserva natural mallorquina en la década de 1990.
Hoy, Castell Miquel es un pequeño Jardín del Edén y la única bodega de Mallorca rodeada de frondosas montañas verdes en la ladera de la onírica Serra de Tramuntana.
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